Salimos de Santa Cilia siguiendo el andadero paralelo a la nacional. Nos sorprende en medio del bosque un conjunto de mojones realizado espontáneamente por los peregrinos, que le da un cierto aire mágico y primitivo.
Poco después de Puente la Reina de Jaca cogemos el sendero que nos sube a Arrés donde hacemos una primera parada. Hay albergue, pero no lo podemos ver porque están limpiando. El tramo que nos espera se plantea duro y pesado, ya que son más de 18 kms hasta Artieda sin otros pueblos, a no ser que nos desvíemos a algunos de los pueblos que vigilantes desde la falda del monte controlan el camino y dominan el llano. Enfilamos largas rectas entre cereales ya cosechados y un paisaje bastante seco y erosionado, que contrasta con los bosques de la sierra y el Pirineo que se divisan a izquierda y derecha. Nos encontramos con un peregrino curioso: un italiano que hace el camino a la inversa: salió de Finisterre y su destino es Lourdes. Sobre el paisaje seco que nos rodea comenta: "Esto es como Argelia o Túnez".
Como el sol ya luce en lo alto y ya pasa la hora de comer decidimos desviarnos (tan sólo 1 km aunque en fuerte subida) hasta Mianos, donde no hay ningún servicio (bar cerrado) a pesar de ser un pueblo grande respecto a los de su entorno. Afortunadamente hay una buena fuente donde damos cuenta de una gran comida con galletas Príncipe, pan y agua.
Afortunadamente el desvío no ha sido en vano ya que para llegar a Artieda no tenemos que bajar de nuevo a recuperar el camino que traíamos, sino que por una carretera de 2,5 kms podemos llegar a Artieda sin añadir más kilómetros a la etapa. A pesar del asfalto, la carretera discurre junto al bosque y supone un descanso respecto a la aridez de la mañana. Además el cielo se ha nublado y amenaza tormenta, con lo cual la temperatura es agradable para caminar.
Llegamos a Artieda sin que la tormenta descargue y encontramos un acogedor albergue donde nos instalamos y nos duchamos. La hora a la que hemos llegado nos permite dar una vuelta por el pueblo y asistir a un número de circo en el polideportivo. Mientras tanto, descarga la tormenta y fuerte. Hemos tenido suerte. Compartimos la cena con otros peregrinos y aunque el albergue no tiene tienda, la dueña nos vende amablemente un cartón de leche para el desayuno del día siguiente. A las 10 ya estamos durmiendo.
1 comentari:
Preciós el poble d'Arrés!, calorós i llarg el tram fins a Mianos... Reconfortant, com sempre, l'arribada. En aquest cas, a Artieda, on no deixo de preguntar-me per les vivències d'aquest grup d'artistes que deuen recórrer la geografia fent passar bones estones a la gent... Guardo també un gran record del sopar compartit amb els altres pelegrins, cadascú exposant la seva visió, jeje...
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