Iniciamos la nueva etapa con el desayuno en casa de Luis. Tras atravesar el casco histórico de la ciudad de Huesca, hacemos la primera parada en el pueblo de Chimillas. Desde allí y con bastante calor llegamos finalmente a la villa de Bolea donde pedimos (en el restaurante casa Rufino) las llaves del refugio para comer y descansar al mediodía. El refugio es sencillo pero suficiente aunque bastante caluroso. Nos duchamos y lavamos la ropa. Con este calor se seca enseguida. Aprovechamos para comprar en la panadería y visitar la colegiata. Después comida y siesta.
Hacia las cinco salimos cuando el calor es bastante fuerte, aunque la compañía de carrascas y almendros alegra la vista. En el pueblo de Aniés bebemos agua y emprendemos el camino hacia Loarre cuyo castillo se adivina al fondo.
En Loarre, nos instalamos en el camping y alquilamos una tienda de campaña (en bastantes malas condiciones). Como el aire sopla fuerte y el sobretoldo no cuadra con el resto de la tienda, es imposible de montar. Así que decidimos recogerla y dormir en el local social del camping. En el bar nos aprovisionamos de nuevo, aunque no hay mucha variedad.
1 comentari:
Caram Lluís!!! Quina currada!!! Què guai rellegir aquestes cròniques i reviure els inicis del pelegrinatge! D'aquest dia, voldria destacar l'hospitalitat de la família d'en Lluís, de la gent de Bolea i de la treballadora del càmping de Loarre!!!
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